Los contratiempos psicológicos más comunes de nuestros mayores

En España, generalmente consideramos a una persona como “mayor” a partir de los 65 años, la edad de jubilación aproximada.

Aunque está claro que a medida que avanza la esperanza de vida se está imponiendo otra nueva visión, sí que es cierto que es a partir de cuando una persona deja de trabajar, se producen en su vida una serie de cambios físicos y psicológicos que determinan su día a día.

Pero también es verdad que puede ser el inicio de una etapa muy fructífera que se puede vivir con total plenitud. Para afrontar esos cambios, es aconsejable estar informado de cuáles son los procesos psicológicos más comunes a los que se enfrentan las personas mayores para, de esta forma, estar preparado para afrontar los sentimientos y emociones que suelen presentarse.

Caída en la autoestima

Uno de los sentimientos más frecuentes de las personas que dejan de trabajar, es la sensación de no sentirse útiles ni para su familia ni para la sociedad en la que viven. Como no producen, no hacen falta, piensan muchos. Lo cierto es que la jubilación puede ser una edad perfecta para encontrarse a uno mismo de nuevo, enfocarse en cuáles son sus gustos y necesidades y desarrollar unos hábitos en los que prime más la satisfacción que la obligación en sus quehaceres diarios.

La depresión

En la tercera edad se producen una serie de contratiempos a los que hay que adaptarse: el declive físico, la perdida de seres queridos, la aparición de enfermedades… Los expertos recomiendan mantener una vida social activa en la medida de lo posible: fomentar la relación con otras personas, realizar actividades que impliquen la interacción con los demás, llevar una alimentación saludable y practicar el ejercicio físico a la medida de las posibilidades de cada uno. Y, claro está, visitar un especialista cuando sea necesario.

El insomnio

No es difícil que a partir de cierta edad se comience a sufrir insomnio. Los patrones del sueño cambian con la edad y cada vez se necesita menos horas para descansar. Esta transformación se puede vivir con mucha ansiedad y provocar un cambio en el estado de ánimo. Lo mejor es tener claro que ya no es necesario dormir tanto y practicar una rutina diaria para favorecer el sueño: acostarse siempre a la misma hora, cenar lo más pronto posible, realizar actividades relajantes antes de ir a dormir…

El aislamiento

La soledad es uno de los grandes males de la sociedad actual, y entre las personas mayores es un auténtica plaga. Por eso es bueno evitar el aislamiento manteniendo relaciones con las personas más cercanas y procurando mantener una vida activa.

Las demencias

A partir de los 65 años, aumenta la probabilidad de sufrir demencias. Los expertos aconsejan ejercitar la mente como se ejercita el cuerpo: leer, realizar ejercicios, conversar… y procurar mantener una vida lo más activa posible. Y en caso de que aparezcan los primeros síntomas, acudir al médico que ponga un tratamiento preventivo que frene en la medida de lo posible el avance de la enfermedad.

Consulta con un especialista

En Persohome somos especialistas en el cuidado de personas mayores y tenemos una ámplia experiencia en la atención de personas con contratiempos psicológicos.

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