Consejos para estimular a un bebé

El cerebro de los niños tiene una gran plasticidad, sobre todo en los primeros meses de vida y es muy susceptible a los estímulos que recibe del exterior. Por eso, los ejercicios de estimulación temprana son muy positivos, pues ayudan a establecer nuevas conexiones neuronales que potencian las capacidades cerebrales tanto a nivel motor como cognitivo.

Muchas madres se preguntan: ¿cuáles son los mejores ejercicios que puedo poner en práctica con mi bebé para favorecer su desarrollo?

Estos sencillos consejos te pueden ayudar:

  • En primer lugar, y nada más nacer, la mejor estimulación que un niño puede recibir es el contacto piel con piel con sus padres. Las caricias y los abrazos acompañados de palabras dulces, susurros y canciones cumplen una función importantísima en su desarrollo y facilita el establecimiento del apego.
  • La alimentación puede convertirse también en un ejercicio perfecto de estimulación temprana. Tanto con la lactancia materna como con el biberón y las primeras comidas, se puede estimular el olfato, el gusto y el tacto del bebé. Déjale que experimente y descubra las sensaciones que le produce.
  • Es importante dedicar unos minutos al día a poner boca arriba y boca abajo al bebé. Masajear su cuerpo con suavidad, estirar y doblar las extremidades, acercar objetos y alejarlos para estimular su visión; dejarle girar de un lado a otro con supervisión, poner en sus manos diferentes texturas, atraer su atención con ruidos y sonidos suaves… Todos estos ejercicios le permiten desarrollar cada uno de su sentidos y estimulan su propiocepción, fundamental para que más tarde puedan realizar correctamente el gateo y sus primeros pasos.
  • Cuando comience a moverse, es fundamental favorecer su exploración por los entornos conocidos. Prepara la casa para evitar accidentes y déjale que gatee y comience a andar con total libertad.
  • A partir de los ocho meses se les puede leer libros de bebés. Leer despacio, vocalizar intensamente y repetir los sonidos que el niño realiza es una buena forma de ayudarle a desarrollar su lenguaje.
  • El sentido del humor también se estimula. Reírse con el bebé, hacerle cosquillas y sonreírle con frecuencia tiene efectos muy beneficiosos.
  • Los juegos clásicos que se realizan con los bebés: las palmitas, los cinco lobitos, esconderse tras un tela… Todos cumplen una función importante: tener consciencia de su cuerpo, estimular su visión…

Y por último, no olvides:

  1. Realizar estos ejercicios de cinco a diez minutos al día.
  2. Premia los buenos resultados obtenidos.
  3. No fuerces sus respuestas.
  4. Es aconsejable que se involucren los dos padres.
  5. Acompaña las actividades con música.

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