Las navidades y nuestros mayores

En Navidad se respira un ambiente diferente. Para muchas personas, son unas fiestas de encuentro, alegría e ilusión, pero para otras pueden tornarse en unos días en los que predomina la tristeza y la soledad.
Los mayores son especialmente vulnerables, sobre todo aquellos que se ven más afectados por los cambios de rutina, el estrés derivado de las celebraciones, los problemas de salud derivados del frío o, lo más importante, la ausencia de personas queridas. Por eso es tan pertinente ayudarles y prestarles el apoyo cuando lo necesiten.

En primer lugar, en lo que se refiere a las rutinas, es normal que en las navidades los horarios se vuelvan mas relejados pero sería aconsejable facilitarles la posibilidad de  que puedan descansar lo suficiente o retirarse a haverlo cuando lo consideren oportuno. No se les debe forzar y, sobre todo, en los casos en los que pueda existir alguna patología neurológica. como puede ser algún tipo de demencia, es muy recomendable proporcionarles un entorno que les transmita seguridad.

La alimentación también juega un papel importante para los mayores durante el periodo navideño. Las comidas son más copiosas, abundan más las grasas y los alimentos más calóricos y dulces. Esto puede provocar en algunos casos indigestiones, por lo que conviene realizar un menú lo más variado posible y con una presencia relevante de verduras. Asimismo, los días siguientes a las fechas señaladas es aconsejable seguir una dieta más ligera para compensar los posibles excesos cometidos.

Con la llegada del invierno se multiplican los casos de gripe, las infecciones respiratorias o reumatológicas. Lo más adecuado es protegerlos en la medida de lo posible de los cambios bruscos de temperatura, proporcionarles un abrigo adecuado y evitar el contacto con otros enfermos.

En cuanto a las implicaciones emocionales, la Navidad es para muchas personas mayores sinónimo de tristeza y soledad. Por eso hay que tratar de brindarles todo el apoyo necesario, que se sientan acompañados por su entorno. Escucharles, darles cariño e implicarles en realizar actividades de ocio que puedan suponer un incentivo es un buen recurso para hacer frente a estos sentimientos que tanta mella pueden llegar a hacerles.

En definitiva, las fechas navideñas son momentos para celebrar aunque también para estar especialmente atentos a los seres queridos que notan más unos cambios que pueden parecernos poco relevantes pero que no siempre son sencillos para los mayores de la casa.

En Persohome somos profesionales en el cuidado de personas de la tercera edad.

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